¿Qué sabemos sobre la proteína A2?

Las caseínas representan el 80% de las proteínas de la leche de vaca y están constituidas por 4 variantes: αs1, β, αs2 y κ, siendo la β-caseína el 25-35% del total. En la leche de vaca, las variantes A1 y A2 de la β-caseína, especialmente la A1, son las más frecuentes. En los últimos años, se ha visto que la variante A1 está implicada en la disregulación de procesos fisiológicos del sistema inmunológico y gastrointestinal, lo que puede producir efectos adversos para la salud humana.

Por otro lado, la variante A2 de la β-caseína presenta diversos beneficios tanto en personas adultas como en lactantes. En adultos, se ha demostrado que presenta una excelente digestibilidad; en personas consideradas intolerantes a la lactosa, el consumo de leche de vaca con A2 disminuyó la intensidad de las náuseas, la urgencia fecal, y la cantidad de hidrógeno en el aliento, además de reducir la consistencia de las heces y la asociación con el dolor abdominal.

Con relación a la primera infancia, la betacaseína de tipo A2 es la más parecida a la caseína de la leche materna, y por tanto se considera la más adecuada para la alimentación del lactante tanto por su tolerancia digestiva como por sus efectos fisiológicos.

Aunque en España y en la mayoría de los países del mundo la variante A1 en la leche es la mayoritaria, en los últimos años se han empezado a desarrollar leches infantiles con fracciones proteicas provenientes de vacas productoras de β-caseínas A2, con el objetivo de desarrollar preparados con un perfil proteico más cercano al de la leche materna y con una mayor tolerancia digestiva.