La falta de sueño en niños y niñas tiene un impacto en la calidad de la dieta lo que a largo plazo puede originarles problemas de sobrepeso.
Ponente:
Dra. María Fernanda Zerón-Rugerio.
Profesora Lectora del Departamento de Enfermería Fundamental y Clínica - Facultad de Enfermería. Investigadora del Campus de la Alimentación de Torribera, Universidad de Barcelona.
El sueño es un proceso biológico esencial para el mantenimiento de un buen estado de salud. Al dormir el cuerpo tiene la oportunidad de descansar y de repararse. El dormir lo necesario tiene un impacto importante en el desarrollo y en el crecimiento, especialmente en los niños y las niñas, en quienes la calidad del sueño influye en la capacidad de aprendizaje y en la regulación del comportamiento.
En los niños en edad escolar la falta de sueño (mala calidad o corta duración) puede originar problemas conductuales, y de rendimiento escolar. Gracias a los resultados del estudio ALEXIS, se ha visto que también puede aumentar la incidencia de obesidad. En este estudio se ha observado que la relación entre la falta de sueño y el aumento del índice de masa corporal se debe a una peor calidad de la dieta que estaría originada por una alteración en la regulación de la ingesta alimenticia. Es decir que al dormir poco o mal, el cuerpo, como mecanismo compensatorio, va a pedir más comida o más calórica con el fin de generar más energía.
Para evitar los efectos de la falta de sueño en una población especialmente vulnerable como la infantil se recomienda, seguir un patrón de alimentación saludable (dieta mediterránea), incentivar por lo menos una 1 hora de actividad física intensa diaria, evitar el uso de pantallas por lo menos 1 hora antes de la hora de dormir y educar con el ejemplo, ya que los hábitos de los padres ayudan mucho a mejorar los de los niños.