La nutrición y la microbiota intestinal equilibrada durante los primeros años de vida afectan significativamente en el desarrollo inmunológico a corto y largo plazo. Es de especial importancia cubrir los requerimientos de los nutrientes considerados esenciales en la alimentación infantil para prevenir la aparición de situaciones de desnutrición y el manejo nutricional de la misma una vez ha aparecido.
El documento contiene seis diferentes estudios científicos donde se estudia los beneficios de diferentes compuestos incluidos en los suplementos nutricionales pediátricos como son las proteínas séricas, el hierro, zinc y los probióticos, y en concreto la cepa probiótica Bifidobacterium infantis IM1.
Respecto al uso de las proteínas séricas, en el caso de los niños con malnutrición aguda moderada se observa mejores tasas de recuperación y mayor crecimiento que con los suplementos con soja. Además, se demuestra el efecto beneficioso de los suplementos de zinc, ácidos grasos omega 3 y vitamina C en niños con asma moderada, así como una mejora de las funciones cerebrales de los niños en desarrollo con la administración de suplementos dietéticos con ácido docosahexaenoico. Por último, la cepa Bifidobacterium infantis IM1 es capaz de reducir el crecimiento de varios enteropatógenos in vitro como se observa en uno de los estudios.